Nació en el Perigord meridional (Francia) alrededor de 1305. A la edad de veinte años entró en la Orden del Carmen. Habiendo ejercido el oficio de Procurador General de la Orden ante la Curia pontificia en Aviñón y después de predicador apostólico, fue nombrado en 1354 obispo de Patti y Lípari.
Desempeñó las funciones de legado pontificio ante reyes y emperadores del tiempo con el objetivo de consolidar la paz y promover la unión con las Iglesias Orientales. Trasladado a otras sedes: Corón (Peloponeso) como legado pontificio en Oriente (1363) y finalmente (1364) como patriarca latino de Constantinopla. Sus esfuerzos en favor de la unidad de la Iglesia hacen de este santo del siglo XIV un precursor del ecumenismo. Murió en Famagusta (Chipre) en 1366.