Plan Global del Consejo General 2019-2025
Los carmelitas viven su vida en obsequio de Jesucristo con una actitud contemplativa ejercida en una vida de oración, fraternidad y servicio en medio del pueblo. La orientación hacia la contemplación no es meramente uno de estos elementos de nuestro carisma, sino que es el elemento dinámico que los unifica (Const. 14).
La oración es el modo por el cual nos unimos a Dios como individuos y como comunidad. En la oración nos abrimos a Dios, que gradualmente nos transforma mediante todos los sucesos de nuestra vida, sean grandes o pequeños (Const. 18).
La Regla del Carmelo coloca la vida litúrgica en el centro de nuestra vida de comunidad en la práctica y simbólicamente (RIVC, 39).
En medio de un mundo globalizado y pluralista, nuestro fiel compromiso con la oración nos permite a los carmelitas dar testimonio de “la presencia viva y misteriosa de Dios” (Const. 18). Nuestra oración nos recuerda que la vida del Carmelo es cristocéntrica. Permeando cada aspecto de la vida del carmelita, la oración no solo alimenta nuestra vida espiritual, sino que también, a través de una transformación gradual, enriquece nuestra vida fraterna y nos hace capaces de servir mejor en la Iglesia con compasión en un espíritu de solidaridad con nuestras hermanas y hermanos.
Mientras la oración puede asumir muchas formas, los carmelitas consideramos la oración litúrgica –especialmente la comunitaria– como parte central de nuestra vida espiritual total (Congreso Litúrgico, 2018, Mensaje Final). Íntimamente unida a nuestra oración personal, nuestra oración litúrgica es el signo visible de la Orden en oración (RIVC, 39). Nuestro estilo contemplativo de vida hace que nuestras celebraciones litúrgicas sean siempre pascuales con una orientación a la Resurrección. Por consiguiente, la formación litúrgica es vital para los carmelitas y no abarca solamente “estudios litúrgicos para el ministerio o el conocimiento de las rúbricas, sino que se trata de una celebración fraterna de quiénes somos los carmelitas” (RIVC, 39). Los carmelitas se alimentan especialmente de la Palabra y de la Eucaristía.
Igual que el pan se parte y se comparte, la Eucaristía diaria construye nuestra comunidad carmelita, no solo simbólicamente, sino como un signo de nuestra “comparticipación del misterio de Dios y con la comunidad de los necesitados” (RIVC, 39). En la Eucaristía ofrecemos nuestra vida diaria en sacrificio total en íntima unión con el misterio pascual de Cristo (Const. 73).
Meditar la Palabra es un elemento esencial de nuestro carisma e identidad Carmelita y a la Lectio divina se le da un papel preminente en nuestra vida de oración (Const. 85). La celebración común de la Liturgia de las Horas, especialmente con los fieles, es central para nuestra identidad.
El camino Carmelita está marcado por el silencio (RIVC, 36). Ciertamente, nuestro espíritu de contemplación puede ser muy bien alimentado por la oración silenciosa. Además, los días de retiro y la lectura de los escritos de nuestra Orden son importantes para los carmelitas.
Junto con nuestra devoción a los santos del Carmelo, los carmelitas veneramos especialmente a la Bienaventurada Virgen María y, por tanto, nuestros santuarios marianos son altamente apreciados no solo como centros de la Palabra y de la vida litúrgica, sino también como centros de evangelización, solidaridad y lugares de encuentro con personas de otra fe o que carecen de ella (Const. 89-93).
https://ocarm.org/es/liturgy-and-prayer-commission#sigProId96f6228b04
PLANES
- Seguir actualizando los Ritos Litúrgicos y los Libros de la Orden del Carmen (incluyendo pero no limitándose al Ritual Carmelita, el Leccionario y la Liturgia de las Horas), así como buscar su aprobación, traducción y publicación.
- Seguir preparando materiales adicionales de autores carmelitas para el Oficio de Lecturas Carmelita en honor de la Bienaventurada Virgen María en Sábado y para otros días de especial devoción a Nuestra Señora del Monte Carmelo.
- Desarrollar un proyecto de colaboración con la Comisión General de Formación sobre: a) la preparación litúrgica de los hermanos en formación; b) estudios litúrgicos de la tradición Carmelita como parte de los cursos de formación continuada para la Orden y c) promover la buena predicación (Decreto del Capítulo General, 2019);
- Promover una aceptación del estudio de la Liturgia a un nivel avanzado en diálogo con personas importantes (Recomendación del Capítulo General, 2019);
- Explorar y promover formas de celebrar la Liturgia desde una perspectiva Carmelita;
- Explorar formas en las que los santuarios de la Orden podrían ser impulsados a nivel de Orden;
- Organizar congresos y encuentros que fomenten la vida litúrgica y de oración de los miembros de la Familia Carmelita.
Los Miembros
- Richard Byrne, O.Carm.
- Désiré Unen Alimange, O.Carm. (Congo)
- Pius Robert Manik, O.Carm. (Indonesia)
- Alexander Vella, O.Carm. (Malta)
- John Keating, O.Carm. (Irlanda)
- Sr. Nerina de Simone, CMSTBG