Del Vicepostulador de la Causa de Isidore Bakanja
La Familia Carmelita celebra el 30 aniversario de la beatificación del Beato Isidoro Bakanja
El 24 de abril de 1994, el Beato Isidoro Bakanja, laico y mártir del Escapulario de la Virgen María del Monte Carmelo, fue beatificado por el Papa Juan Pablo II. Hoy, la Orden se reúne para celebrar el 30 aniversario del reconocimiento por la Iglesia de la santidad de este católico congoleño que no renunció a su escapulario.
Isidore Bakanja nació en Bokendela (República Democrática del Congo) hacia 1885. Abandonó su pueblo y se trasladó a Mbandaka, donde fue bautizado el 6 de mayo de 1906 y confirmado unos meses más tarde, el 25 de noviembre de 1906. Muy influido por el testimonio de los misioneros trapenses, cultivó una especial devoción a Jesús y a la Santísima Virgen María.
A pesar de las dificultades que encontró en el trabajo a causa de su fidelidad a Cristo, se mantuvo firme en su fe. El 2 de febrero de 1909, sufrió una atroz flagelación porque se negó a deshacerse del escapulario de la Virgen María del Carmen que llevaba sobre los hombros. Tras una terrible paliza y presintiendo su muerte inminente, recibió la unción de los enfermos el 24 de julio de 1909. Al igual que Cristo murió habiendo perdonado a sus malhechores, Bakanja murió habiendo perdonado a su verdugo: «El hombre blanco me golpeó; eso es asunto suyo. Depende de él y de Dios. Cuando llegue al cielo, rezaré mucho por él y pediré a Dios que le perdone».
Bakanja murió en la fiesta de la Asunción, el 15 de agosto de 1909, a la edad de 24 años. A imitación de Cristo, a quien había seguido desde el momento de su bautismo, Isidoro Bakanja vivió a su manera, como San Pablo, que escribió: «Para mí, vivir es Cristo». (Filipenses 1, 21). «Para mí, vivir es ser cristiano».
El 7 de junio de 1917, sus restos fueron exhumados y enterrados en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Bokote. Fue proclamado Beato el 24 de abril de 1994. Su causa de canonización está en curso. Los Papas Benedicto XVI y Francisco han reconocido y propuesto al Beato Isidoro Bakanja como auténtico testigo y ejemplo de fe para todos los cristianos del mundo. En su Exhortación Apostólica postsinodal Christus vivit, el Papa Francisco nombró al Beato Isidoro Bakanja entre los santos jóvenes que hoy movilizan a los cristianos en su búsqueda de la santidad e inspiran nuevas conversiones. En resumen, el beato Isidoro Bakanja es un patrimonio espiritual y eclesial para el mundo.
