El padre Titus vivió en Oss desde 1909 hasta 1923. Todos esos años enseñó filosofía a los hermanos de la Orden. Pero siempre mantuvo su mirada en el mundo que le rodeaba... primero en la ciudad de Oss. Esta ciudad contaba con una industria creciente. Había una pequeña clase empresarial muy próspera. Pero la mayoría de los habitantes eran agricultores que trabajaban en las granjas. Tito se planteó la importante cuestión de cómo se puede ver la misericordia y el amor de Dios en esta sociedad.
En la actualidad, Tito es recordado en Oss, sobre todo como un carmelita comprometido socialmente. Quería hacer progresar a los más desfavorecidos y ofrecerles oportunidades de futuro. Tomó iniciativas para mejorar la suerte de los pobres e implicó en ello a los ciudadanos más pudientes. Por encima de todo, Tito quería una comunidad armoniosa en la que las personas pudieran ser ellas mismas y construir un futuro. Fue un artífice del "espíritu de comunidad". Fue una fuerza unificadora en los años de auge de la industria que trajo consigo una acusada pobreza. Para ello, se guió por los valores católicos que explicó de forma progresista. En su pensamiento y acciones de carácter progresista, fue una figura profética. Los frutos duraderos de su trabajo son la biblioteca pública y el Liceo Titus Brandsma (escuela). Ambas instituciones celebran su centenario.
De este modo, Titus desarrolló una espiritualidad acorde con el espíritu de aquel tiempo y lugar. Como religioso, carmelita, quiso comprender la época y no situarse al margen de su influencia. En la realidad cotidiana del entorno social, Dios quiere ser buscado y encontrado. En ello hay una inspiración que trasciende todo tiempo: Dios vive en cada persona y cada persona lleva la imagen de Dios que exige reverencia y respeto. Los más humildes son preciosos a los ojos de Dios. Tito, en mayor medida que sus contemporáneos, vio y experimentó esto. Como contemplativo, Tito miraba la realidad hasta lo más esencial, incluyendo a Dios.
Durante este periodo, Tito se implicó profundamente en la vida católica de los Países Bajos. Tuvo una dedicación incesante a todo tipo de organizaciones católicas. Su discurso como rector magnificus sobre el concepto de Dios y su enseñanza de la filosofía y el misticismo calaron en muchos. La renovación de la prensa católica y la defensa de un periodismo libre y honesto ocuparon un lugar central en su vida. Su oposición fundamental a la ideología del nacionalsocialismo por motivos religiosos era bien conocida. Pero su deseo más profundo era el de ver la imagen de Dios en cada ser humano. Fue un pastor alentador para sus compañeros de prisión. Se mantuvo respetuoso con sus torturadores como personas en las que la imagen de Dios había sido gravemente violada.
Para mí, Tito es un santo fascinante y ejemplar para la Iglesia universal. Los rasgos de la santidad de Tito encuentran su origen en la época en que Tito en Oss quería ver la imagen de Dios en las personas por las que se dedicaba. Pedimos con razón la intercesión de Tito Brandsma como santo de Oss.
Padre Tom Buitendijk, O. Carm.
Parroquia de Tito Brandsma - Oss, Países Bajos