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Miércoles, 24 Enero 2024 08:16

Celebrando en Familia - IV Domingo del Tiempo Ordinario

Comenzando el viaje
(Marcos 1:21-28)

En el Evangelio que la semana pasada escuchamos fue el llamado a los cuatro primeros discípulos, mientras que esta semana nos introduce inmediatamente en el ministerio de Jesús.
Esto lo podremos constatar en los textos Esto lo podremos constatar en los textos evangélicos del cuarto, quinto y sexto domingo que describen el ministerio de Jesús en Cafarnaúm.
El domingo pasado, el Evangelio enfatizó el llamado de los discípulos a vivir y trabajar activamente en compañía de Jesús. Para convertirse en “pescadores de hombres”, ellos dejaron atrás todo aquello conocido y familiar, inclusos sus propios negocios de pescadores y sus familias. Hicieron ‘un acto de fe’, no sabían adonde les llevaría su viaje con Jesús.
Durante los próximos tres domingos se nos dará una idea de quién es Jesús y en qué consiste su viaje.
En el evangelio de hoy encontramos a Jesús y a los discípulos llegando a Cafarnaún, una pequeña ciudad en el lado norte del Mar de Galilea, que será el lugar principal del ministerio de Jesús en Galilea.
El sábado, Jesús y los discípulos asisten al servicio del sábado durante el cual Jesús da una enseñanza. Sus palabras tocan al pueblo y tienen un ‘tono de verdad’. Las palabras de Jesús no solo conmueven a la gente, sino que también liberan a un hombre de un espíritu inmundo. La acción de Jesús es en respuesta a la pregunta que el hombre plantea: ‘¿Has venido a destruirnos?’ En lugar de destruirlo, Jesús libera al hombre del espíritu inmundo, devolviéndole la salud y la integridad.
El Camino de Jesús no es aplastar a las personas con el poder y la autoridad de Dios, sino traer la libertad y la liberación del mal de aquellos que se mantienen atados.
Mucha gente le tiene miedo a Dios, pero Jesús sigue diciendo y mostrando que no debemos. tenerle miedo a Dios. Dios busca el bien de su pueblo, no el castigo.
El poder de Dios sana, restaura y libera para que podamos convertirnos en las personas que Dios siempre ha soñado que podríamos llegar a ser.
Los discípulos están aprendiendo algo nuevo sobre quien es Dios a través de las palabras y acciones de Jesús. Aquí hay un llamado a una mayor de y confianza en la bondad de Dios.

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