Menu

carmelitecuria logo es

  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
  • image
Martes, 18 Febrero 2025 11:25

Celebrando en Familia - VII Domingo del Tiempo ordinario

Relaciones generosas
(Lucas 6:27-38)

El domingo pasado comenzamos a leer el Sermón del llano de Lucas. Lucas ha utilizado el Sermón de la Montaña de Mateo, pero lo ha cambiado y abreviado considerablemente. Hoy y el próximo domingo leeremos el resto del Sermón.
Esta semana, la enseñanza radical de Jesús se centra en la generosidad desmedida en las relaciones humanas. Las palabras iniciales, ‘Amad a vuestros enemigos’, marcan el tono del resto del texto.
De nuevo, a primera vista las palabras de Jesús parecen absurdas y casi imposibles de seguir. ¿Debemos realmente ofrecer la otra mejilla a quien nos golpea? ¿Debemos realmente dar el resto de nuestra ropa a quien nos roba el abrigo? ¿Debemos realmente no luchar para recuperar nuestra propiedad de quien nos roba? ¿Es esto lo que Jesús nos pide que hagamos?
El objetivo de este tipo de discurso profético de Jesús es estimular a su audiencia (y a nosotros) a reflexionar sobre todo el modelo de comportamiento en las relaciones humanas. En realidad, Jesús no está sugiriendo reglas que deban seguirse literalmente en determinadas circunstancias. Más bien se nos invita a reflexionar sobre cómo podemos responder a las demandas irrazonables y a las heridas personales con nada más que generosidad y abandonando toda pretensión de retribución y restitución.
Lo que Jesús propone son respuestas a los insultos y heridas que rompan los ciclos de represalias violentas y proporcionen vías de paz y reconciliación.
Haciendo esto, dice Jesús, podemos permitir que la total generosidad de Dios brille a través de nosotros.
Hacer el bien solo a los que nos hacen el bien no es suficiente para transmitir la generosidad y la acogida de Dios. Nada más actuar con una generosidad y compasión desbordantes permite que la misericordia, la generosidad y la compasión con que Dios sale al encuentro de cada uno de nosotros se vea claramente en acciones concretas.
La regla de oro: Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti.
Cuando actuamos según la generosidad, la misericordia y la compasión de Dios, absteniéndonos de juzgar y condenar y concediendo el perdón, nos encontramos con la abrumadora abundancia de generosidad de Dios hacia nosotros.

Aviso sobre el tratamiento de datos digitales (Cookies)

Este sitio web utiliza cookies para realizar algunas funciones necesarias y analizar el tráfico de nuestro sitio web. Solo recopilaremos su información si rellena nuestros formularios de contacto o de solicitud de oración para responder a su correo electrónico o incluir sus intenciones y solicitudes de oración. No utilizamos cookies para personalizar contenidos y anuncios. No compartiremos ningún dato con terceros enviados a través de nuestros formularios de correo electrónico. Su información debería ser su información personal.